Hace más de 25 años vivió en la calle Torreón Viejo un comerciante de fríjol que tenía su puesto en el mercado Alianza. Con frecuencia tomaba, portaba pistola al cinto y hacia alarde de valiente.
Durante una semana santa llegó a la cantina "El Trueno" y luego de tomar unas copas, advirtió la presencia de Varios jóvenes a los que miró con ojos "de malo". Sin decir nada salió del lugar y se dirigió a su casa para regresar con la pistola en la mano. De nuevo en "El Trueno" abrió fuego contra los que se encontraban en la barra. Corrió a su casa pero fue alcanzado por un hermano de los balaceados quien le hirió de muerte.
El cadáver fue velado en Las Tres Ave Marías pero no fue reclamado por familiar alguno ignorándose dónde quedó el cuerpo.
Por todo Torreón Viejo pronto corrió la versión de que El Frijolero había regresado de “ultratumba.” Varias gentes cuentan haber visto por la calle de Torreón Viejo, cerca de la casa de doña Benita a un hombre de pie que fuma cerca del poste, justo frente a la que fuera morada del comerciante. Aseguran incluso que viste camisa y pantalón vaquero, sombrero y botas, pero su cara es identificable. Dicen que la figura recorre la calle y pasa por el viejo molino de don Inés, regresa al poste y ahí desaparece.
Con la llegada del alumbrado público nuevo, los comentarios se han desvanecido aunque sigue la creencia de que El Frijolero busca algo que nunca encontrará por la calle de Torreón Viejo frente al número 163.
Investigación y resumen de Fco. Fernández Torres
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